El tema que nos compete es complejo, evoca palabras como exclusión y marginalidad y al mismo tiempo invita a cuestionarse ¿cómo funciona la educación en contexto de encierro?, ¿cuál debe ser la oferta educativa dirigida a las personas privadas de libertad? y ¿cuál es el valor/importancia de la educación para el interno? Tales preguntas guiarán la estructura de los siguientes párrafos.
Para empezar debemos decir que la educación dentro de las correccionales se encuentra normada (por obvias razones) de controles, restricciones y una rigurosa disciplina. No obstante que el interno este privado de su libertad, aún cuenta con el derecho a la educación. Y en ese sentido vale la pena pensar y rediseñar el papel de la educación en contextos de encierro.
La escuela dentro de la cárcel puede ser vista como un faro desde el cual es posible pensar una sociedad más incluyente, una sociedad que valoriza a los sujetos (en la cárcel) como “sujetos de derechos”. Esta escuela debe proveer los elementos para que el interno desarrolle su autoestima y vaya (poco a poco) construyendo o reconstruyendo su proyecto de vida. Por lo tanto, la oferta educativa debe dotar de contenidos que le permitan no sólo rehabilitarlo e integrarlo a la vida fuera de prisión sino contribuir a su formación integral como persona.
La importancia de la educación para cada interno dependerá de sus ánimos, del estado en el que se encuentre, y puede variar desde simplemente pasar el tiempo, re-socialización, controlar la agresividad, hasta adquirir y desarrollar competencias y habilidades que le permitan una mejor participación en la sociedad.
En el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), a través de las Plazas Comunitarias en el exterior, brindamos servicios de alfabetización y educación primaria y secundaria a personas jóvenes y adultas de 15 años y más. Mediante el Modelo Educación para la Vida y el Trabajo (MEVyT), el Instituto facilita los materiales y recursos adecuados para garantizar el acceso a la educación de las personas jóvenes y adultas en contexto de encierro.
Actualmente, 6 mil internos se benefician de la oferta educativa que ofrece el INEA en las 30 Plazas Comunitarias que operan en Centros Correccionales al interior de Estados Unidos.
Bibliografía.
Blazich, Gladys. (2007):“La educación en contextos de encierro“, en Revista Iberoamericana de Educación, N° 44, pp. 53-60.